Muchos de los barceloneses que en la década de los sesenta del siglo pasado, adquirieron un "seiscientos" o automóviles similares, se sorprendieron que al salir los fines de semana con la familia aconocer otras localidades catalanas, los señalaran en éstas como de "Can Fanga", y no entendían el motivo.
Durante el siglo XIX y principios del XX, el Ensanche barcelonés crecía y crecía... en número de edificios pero no en obras de urbanización, las aceras y las calzadas fueron auténticos barrizales durante muchos años. Los habitantes de otras localidades que debían bajar a Barcelona, para cualquier gestión, temían el barro que en las largas faldas de las mujeres o en los zapatos de los hombres se adhería sin piedad. La palabra catalana "fang" es barro en castellano. De allí que"Can Fanga" como bautizaron a Barcelona, más o menos la "Casa de barro" fuera debida a la gran cantidad del mismo que se acumulaba en sus calles y que ponía perdidos a todos sus visitantes (y habitantes).
No hay comentarios:
Publicar un comentario